El estado de ánimo de una persona es muy cambiante y varios son los factores que influyen en ello, hoy te cuento cómo los alimentos afectan tu estado de ánimo.
Circunstancias laborales, familiares, aspectos físicos o mentales, incluso la ingesta de alimentos puede hacernos sentir mejor o peor.
El cerebro es también una de las principales áreas de influencia del estado de ánimo, ya que, mediante la producción de diferentes sustancias químicas, puede generar sensaciones excitantes, adrenalina, serotonina, dopamina, etc.
Así es como los alimentos se relacionan con el estado de ánimo
El ser humano puede encontrar en los alimentos y sus componentes una fuente que puede llegar a modificar los estados de ánimo, inducir al sueño, provocar alegría o bienestar, o aliviar dolores, estrés o depresión.
Es por esta razón que como fitness coach, entiendo la alimentación tan importante como la actividad física, son dos aspectos que deben ir de la mano para ver los resultados esperados.
Está científicamente comprobado que los alimentos pueden aumentar o disminuir la secreción de algunos neurotransmisores, elementos químicos que pasa de neurona en neurona, generan placer, bienestar, motivación, más energía, entre otros.
Un claro ejemplo de esto, son los alimentos dulces que tienen una incidencia inmediata en el nivel de serotonina y endorfinas en el organismo, conocidas también como las “hormonas de la felicidad”.
Los alimentos pueden regular el apetito, el sueño y hasta la salud mental
Según algunos estudios el 90% del suministro de serotonina del cuerpo, una sustancia que ayuda a regular el apetito, el sueño e incluso la tolerancia al dolor es producido en el estómago, de allí la relación directa entre el alimento y tu estado de ánimo.
Los alimentos pueden tener un impacto profundo en el estado de ánimo y la salud mental, si comes mucha comida chatarra y sin calorías nutritivas, puedes desarrollar además de pesadez, falta de concentración y hasta frustración.
Efecto contrario causan los alimentos ricos en nutrientes y vitaminas, como las frutas, vegetales y proteínas, que te hacen sentir con vigorosidad, ánimo arriba y energía para cumplir las tareas del día.
Los alimentos caseros o que se pueden disfrutar en encuentros sociales como amistades o familiares, pueden llegar a hacerte sentir bien, pero lo mejor es estar enfocados en opciones nutritivas para estar sano y con energía extra.
Así funciona la conexión de los alimentos con el estado de ánimo
Esta conexión directa entre lo que comemos y la forma en la que nos sentimos se puede comprobar de manera sencilla, por ejemplo, cuando estamos alegres nuestro apetito suele aumentar y todo lo contrario pasa al estar aburridos de inmediato se pelea con la comida.
Algunos expertos en nutrición pueden incluso compartir un listado de alimentos que te pueden llenar de vitalidad, positivismo y energía, para realizar las tareas, metas u objetivos propuestos a lo largo de la jornada.
Si el objetivo es mejorar el día, es recomendable ingerir alimentos altos en triptófano, una sustancia que facilita la producción de la serotonina, vital para sentirnos alegres.
Los alimentos que poseen un buen índice de triptófano son: huevos, cereales, Verduras, pescado azul, carne roja, lácteos, legumbres, chocolate negro que dispara los niveles de endorfinas.
Sin embargo, todo debe manejarse con precaución para no caer en excesos, por ello debemos alimentarnos con cantidades controladas, ajustadas al consumo de una persona normal promedio.
Es por esto que como Fitness Coach, incluyó un plan personalizado de alimentación en el Entrenamiento personalizado online ¡Es fundamental!
Otros alimentos destacables, son las frutas como los aguacates y los plátanos, ricos en omega 3, fósforo y vitamina B.
Elevados niveles de este aminoácido contribuyen también a la adecuada regulación del sueño, de procesos emocionales y manejo de los cuadros de ansiedad.
También tenemos alimentos negativos para el estado de ánimo como lo son el azúcar refinado, el exceso puede afectar los niveles de azúcar en sangre y llevarnos a una diabetes, con posibilidad de derivar en depresión.
Y también las grasas transgénicas, alimentos procesados, comidas rápidas, papas y en general todos los fritos, que son muchas veces asociados a problemas de depresión y ansiedad.




