En realidad, está científicamente demostrado que cualquier tipo de actividad física regular que nos ayuda para mejorar nuestra condición física, también tienen efecto directo sobre la disminución de los niveles de estrés y ansiedad.
Si bien existen prácticas directamente recomendadas para lograr reducir cuadros de estrés y ansiedad, como la meditación, hidroterapia, saunas, turcos, masajes o música, lo cierto es que la actividad física es una excelente alternativa.
JP Osorio Fit, fitness coach te recomienda una vida activa, de ejercicios, entrenamiento personalizado para reducir el estrés y la ansiedad, pensando en primer lugar en tu bienestar integral.
¿Cuál ejercicio elegir para reducir el estrés y la ansiedad?
En este caso solo se trata de elegir el ejercicio con el cual te sientas más a gusto, una actividad que disfrutes y que te permita alejarte de las preocupaciones diarias, puede ser caminar, trotar, nadar, montar en bici, practicar fitness, etc.
El estrés se puede definir como un estado de preocupación o tensión mental que nos genera una situación complicada en nuestro diario vivir, uno de los tipos más comunes es el estrés laboral, esto puede deberse a la carga de trabajo o al grado de responsabilidad que tenemos.
También nos estresamos por cuestiones financieras, sentimentales, de salud, entre otros, está circunstancia puede generar incluso consecuencias físicas y llevarnos a un estado de depresión cuando se trata de algo más intenso.
La buena noticia es que para controlar el estrés contamos con la alternativa de ejercicio físico y que cualquier tipo de rutina que involucre nuestro cuerpo.
Incluso bailar o simplemente caminar y disfrutar el paisaje, aumenta los niveles de endorfinas en el cuerpo.
Las endorfinas son sustancias que produce nuestro cerebro que generan un efecto de placer o bienestar y que mejor manera de lograrlo que dedicándose a un ejercicio que nos ayuda a subir la autoestima y nos mantiene ocupados.
No necesitas ser un atleta de alto rendimiento para lograr sentirte bien a través del ejercicio, puede que no estés en forma, pero sin duda esas rutinas iniciales que poco a poco se convertirán en hábitos serán de mucha ayuda para que estés tranquilo.
Ojo con los extremos
Sin embargo, debemos cuidarnos de no llevar nada al extremo, pues incluso el deporte en exceso genera estrés o si te colocas una meta muy ambiciosa para una competencia, la ansiedad puede jugarte una mala pasada.
Son cosas que debemos dejar a los profesionales y puede que en algunos casos seamos muy competitivos, eso está bien, pero para nuestro asunto se trata de dedicarnos a una actividad que genere placer y no requiera de esfuerzos extremos.
El ejercicio ayuda, sin duda, a mejorar la condición general del cuerpo, a medida que avanzas te sentirás y verás mejor, por lo cual los pensamientos positivos podrán hacer contrapeso a situaciones estresantes.
De hecho, muchas personas involucran a diario rutinas de ejercicios a sus actividades planificadas, es más, la gente que se levanta a hacer ejercicio y luego a trabajar puede realizar sus labores con más empeño que una persona sedentaria.
Esto se debe a que la actividad física tiene efectos directos en tu cuerpo, lo que genera mejoramiento de los sistemas inmunológico, cardiovascular y digestivo, lo cual hará que te sientas mejor e irradies más energía a lo largo de la jornada.
Ejercicios puntuales para reducir el estrés y la ansiedad
El cuello es tal vez una de las partes del cuerpo donde primero se perciben las consecuencias físicas del estrés, por eso relajarlo con movimientos arriba y abajo, a un lado y al otro y circulares, es una buena forma de combatir el estrés.
Calmar la tensión que reciben los hombros por cuadros de estrés también es una experiencia válida, los movimientos circulares y el levantamiento de peso leve en el gimnasio son una excelente forma de relajarlos.
La espalda, brazos, columna y piernas también se tensionan e incluso pueden llegar a causar dolores por situaciones de ansiedad, una buena rutina de estiramientos de manera periódica, solucionan el tema.
Involucrar las zonas húmedas como piscinas, saunas, turcos, jacuzzi, también son un relajante potente para casos de estrés, nadar o simplemente dejarte llevar flotando en una piscina lograrán un punto importante de relajación.
Finalmente, casi nunca le prestamos atención a los ojos, pero son una de las partes del cuerpo que más sufren con el estrés, abrirlos y cerrarlos con fuerza o un suave masaje en el contorno ocular, generan el bienestar que buscas